Filed under: 1 ARMWRESTLING/ LUCHA DE BRAZOS | Etiquetas: armpower.net, armwrestling, deporte, deportividad, igor mazurenko, josé jaime urcaregui, lucha de brazos, Olimpic Games, olimpismo
SÍ MERECE LA PENA
Hace unos días José Jaime Urcaregui escribió un comentario haciendo referencia al artículo de Igor Mazurenko aparecido en armpower.net “Does armwrestling really need Olimpic Games?” (¿Necesita la lucha de brazos formar parte de los juegos olímpicos?)
Leí el artículo y me pareció entender que Mazurenko restaba importancia al olimpismo en general y a la aspiración de que nuestro deporte llegue a ser reconocido como olímpico.
Como aficionado, estoy de acuerdo con Urcaregui en que lo ideal es profesionalizarlo pero no creo que debamos restarle importancia al olimpismo ni que debamos dejar de trabajar en el sentido de llegar a ser reconocidos como deporte olímpico. Al margen de que, como sospecha Urcaregui, pueda haber política detrás del hecho de que un deporte sea o no reconocido, el caso es que hay unas premisas claras. Mazurenko las expone en su artículo. Y, modestamente, no me parecen tan complicadas de alcanzar.
En cuanto a la juventud, en España sí tenemos jóvenes entrenando a diferentes niveles, y en prácticamente todos los campeonatos que se organizan se incluyen categorías de juniors, en incluso en muchos campeonatos ya se incluyen categorías infantiles. Me pregunto que si esto es posible en España ¿porqué no existe en Estados Unidos? Precisamente allí que hay mucha más difusión en medios de comunicación estoy seguro de que habrá miles de jóvenes echando pulsos en los patios de colegios e institutos. Solo hace falta que los organizadores los incluyan en los campeonatos. Implica un desembolso importante en más premios, más trofeos, más tiempo de duración de los campeonatos… Y sobre todo voluntad de hacerlo.
En España lo que nos faltan son más mujeres que se animen a competir y estoy seguro de que si hiciéramos un pequeño esfuerzo entre aficionadas y competidoras podría organizarse un buen torneo de mujeres. Planteémonoslo como un reto. Ya digo, más trofeos, más tal y cual pero sobre todo voluntad de hacerlo.
En cuanto a que necesitamos una normativa clara, Mazurenko dice que no la tenemos pero yo considero que en general en todo el mundo se asumen unas reglas básicas y se respeta un arbitraje basado en unas normas internacionales suficientemente claras. Evidentemente habrá fallos de arbitraje como en cualquier deporte por muy olímpico que sea o deje de serlo. Evidentemente habrá que formar más y mejores árbitros. Y es posible que las normativas necesiten cada cierto tiempo revisarse, adaptarse, completarse y mejorarse. Pero haberlas, haylas, son claras y deberían ser bien conocidas por todos los luchadores del mundo. Ese debería ser uno de los principales cometidos de la WAF.
Por otro lado las comparaciones son habitualmente odiosas. En el artículo de Mazurenko nos habla de las dos modalidades del Wrestling y del baloncesto, como deportes olímpicos y como deportes de espectáculo.
He visto por televisión algún programa de Wrestling y me ha parecido lamentable: Fanfarronería, narcisismo y faltas de respeto y obediencia continuas a los árbitros. Eso es exactamente lo que, como aficionado, no querría nunca para la lucha de brazos, por muy estrellas, muy populares y muy profesionales que se les suponga.
En cuanto a las estrellas de la NBA, me recuerdan a las estrellas del fútbol en España. Es pura lógica que serán más conocidos los deportistas que compiten en ligas nacionales o internacionales anuales que los que compitan en olimpiadas cada cuatro años. Pero es que quienes compiten en las olimpiadas son los mejores deportistas de cada país. Mientras que en las ligas nacionales cada club contrata a deportistas de todo el mundo, dependiendo de la solvencia económica de cada club (o de la habilidad que tengan sus directivos para defraudar a Hacienda). Un club pobre, o un país pobre no tiene posibilidades en las ligas nacionales e internacionales porque sus mejores deportistas se los van a llevar los países y clubes ricos. El olimpismo implica más democracia, más igualdad de oportunidades, más visibilidad, más solidaridad. En definitiva más deportividad. Y esto también es política.
Mazurenko termina el artículo con una preocupante sentencia: “And only then can we think about whether we go to the Olympic family, or it is not worth it” (Solo entonces podremos pensar si vamos hacia la familia olímpica, o si no merece la pena). Como aficionado pienso modestamente que sí merece la pena y que no debemos esperar para defenderlo, apoyarlo y reivindicarlo.
Leed el artículo de Mazurenko en el enlace a armpower.net:
http://en.armpower.net/article/en/does-armwrestling-really-need-olimpic-games-3408.html
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